Recuerda Chernóbil

Hace 31 años el accidente de Chernóbil puso de manifiesto el enorme riesgo de mantener las centrales nucleares en funcionamiento y mostró que los efectos de un posible accidente superan las fronteras y se extienden a varios países. 
La única forma de evitar futuros accidentes como los de Chernóbil o Fukushima es proceder al cierre de centrales nucleares lo antes posible. Los próximos años serán fundamentales en el contexto de la península ibérica, ya que escalonadamente las distintas centrales nucleares irán pidiendo la renovación de sus permisos con el objetivo de alargar 20 años por encima de su vida de diseño. Una prolongación que no haría más que incrementar el riesgo a un accidente nuclear y generar miles de toneladas de residuos radiactivos que se deberán gestionar durante cientos de miles de años.
Es el momento de pedir la no renovación de los permisos de las nucleares, una petición que se visibilizará el próximo 10 de junio en Madrid.
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