• El cierre definitivo de la central es un paso crucial hacia un futuro energético más seguro y sostenible para Extremadura.
• El Foro Extremeño Antinuclear (FEAN) y el Movimiento Ibérico Antinuclear, celebramos esta decisión del Gobierno y reiteramos nuestro firme compromiso en promover una transición energética que priorice la seguridad, la salud pública y el medio ambiente.

La reciente noticia sobre la publicación de la licitación para el proyecto de desmantelamiento de Almaraz de Enresa puede suponer el primer paso para el inicio del desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz. La central nuclear de Almaraz, ha operado durante más allá del tiempo para el que fue concebida, siendo una fuente de preocupación constante debido a los riesgos inherentes a la energía nuclear. Este desmantelamiento representa, en parte, el fin de una era peligrosa. 

Pero desde el FEAN, parte del MIA, queremos señalar que los residuos nucleares de alta actividad siguen aquí. Estos residuos contienen isótopos radiactivos con períodos de semidesintegración superiores a 30 años, y estarán activos durante miles o decenas de miles de años. Por lo que expresamos nuestra preocupación ante este tema del que no se habla. Por eso vamos a estar pendientes de las decisiones que se tomen sobre la gestión de los residuos radiactivos, ya que siguen siendo un desafío sin solución viable a largo plazo, planteando peligros persistentes para las generaciones futuras.

Las personas y organizaciones que conformamos el Movimiento Ibérico Antinuclear, siempre hemos mostrado nuestra preocupación por el riesgo de un accidentes catastróficos, como los vistos en Chernóbil y Fukushima, o el silenciado accidente de Three Mile Island, que pese al intento de EEUU de taparlo durante décadas, existió y sus consecuencias fueron devastadoras hasta el día de hoy. 

La transición hacia energías renovables no solo elimina estos riesgos, sino que también ofrece numerosos beneficios socioeconómicos y ambientales. La inversión en energías como la solar, eólica y biomasa crea empleos locales, reduce la dependencia de importaciones de combustibles fósiles y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero. Extremadura, con su abundante sol y viento, está particularmente bien posicionada para liderar esta transición. Desde FEAN entendemos que la energía es un sector estratégico, pero sobre todo es un derecho social por lo que debe ser bien planificada, para estar al servicio de la ciudadanía. Aportar por la energías renovables es la solución, pero no como está haciendo el oligopolio eléctrico que es con macroplantas, alicatando el suelo y hasta arrancando olivos centenarios. Desde FEAN apostamos por un sector energético de dominio público, y no sometido al mercado capitalista sea capitalismo verde o no.

Instamos al Gobierno estatal, a continuar por este camino y acelerar el cierre de otras centrales nucleares en España. Es crucial que se establezca un plan integral para la descarbonización del sector energético que incluya:

• Inversiones Sustanciales en Energías Renovables respetuosas con el territorio: Aprovechando el potencial solar y eólico del país para garantizar un suministro energético seguro y limpio.
• Fomento de la Eficiencia Energética: Implementando medidas que reduzcan el consumo de energía en todos los sectores.
• Apoyo a las Comunidades Locales: Asegurando la transición justa para las personas que trabajan en está industria y las comunidades afectadas por el cierre de las plantas.

Desde el FEAN y el MIA nos comprometemos a trabajar con todas las partes interesadas para promover políticas energéticas que protejan a las personas y al planeta.